Todo se diluye en sus dedos fálicos. Una extensa agonía se esparce en hilos viscosos, saturando el escape. Huida desertada. Creyó saber que la búsqueda inexorable de sí, debía hallarla por calles huérfanas, estériles, castas. Debió sentirse confundida.
Bebo mi aflicción. Conspiro al vomitar memorias ciegas. Traspaso la espesura de tu frente, aliviando genuinos recuerdos emancipados.
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