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... durmieron juntos por última vez, ella lloró y él se abrazó a ella y lloró también, pero las lágrimas no duraron mucho, enseguida la pasión erótica se apropió de ellos y, gobernándolos, nuevamente los desgobernó hasta el delirio, hasta lo absoluto, como si el mundo no fuese mas que eso, dos amantes que uno a uno interminablemente se devoran ... Saramago
Convertida en volcanes. Realidad interrumpida, avasallada, ansiada demencia sojuzgada Ardid de bocas enmarañadas, mutadas, concebidas en una. Sin reparo abordaste mis pliegues. Tu sed bebió, engulló distancias. Estertóricos espasmos impolutos. Grito culminante, el tuyo , concibió en mi, un después.
Savia que cae. De tu boca. A distancia. Tibia, viva, blanca. Deslizante por los labios lubrico la desértica lengua. La mía. Acariciando. Esencia. Ojos sin parpados. Observan confiados nuestra danza.
Callao nos envuelve en su noche de luna. Centellantes luces transitan tu calle, circundando inesperados besos sin tiempo. Así recuerdo el ayer tan cercano. Despedida, y reencuentro El giro por Corriente apresó la marcha hasta tu centro fálico, Buenos Aires. La distancia me demuestra que el destino fue la excusa inexorable de encuentro. Callao nos rodea con caricias sugestivas, embriagando en deseo, ausencias lejanas.
Aquellas fueron tus horas de soles colgando sabanas blancas, entre ellas jugaba, creando puentes húmedos hasta vos. Tus manos frías de lavar acarician mis recuerdos, hoy. (a ella)

junto a mi...

siempre, siempre conmigo, en silencio. en un costado de mi olvido apareces ojos triste que vigila mi torpeza andante, te veo sin palabras , escoltas este caminar errático que voy trazando, conoces las profundas aguas, la oscura agonía que me invade, escuchas el grito silencioso, y callas. tengo todo, tengo nada. (a nandino)

perfumes

Jazmínes, nervaduras fluctuantes, blanca nitidez, Espero a que llegues entre rojas y amarillas superficies.